Restauración y rehabilitación de la Casa de los Irurita

La Casa de los Irurita alberga la sede de la Fundación Lorquimur. Tuvo una historia constructiva y un proceso de restauración y rehabilitación muy interesantes, más aún después de los graves daños que sufrió tras los terremotos de 2011. Todo este proceso de edificación, transformación, deterioro y restauración nos lo relató su director de obra, el arquitecto Juan de Dios de la Hoz, en una conferencia magistral durante el evento de presentación de la programación de 2020.
Origen de la Casa de los Irurita
La conocida como Casa de los Irurita ha tenido muchos nombres diferentes a lo largo de su historia. El hombre original y auténtico es Casa de Alonso del Castillo “el Viejo”, tal como nos descubre el artículo de López Maldonado. Ubicada en la calle Corredera, una de las principales de la ciudad de Lorca en el siglo XVI, esta casa nobiliaria agrupa tres inmuebles diferentes que serían anexados para crear la casa tal y como la conocemos. Su fachada forma un ángulo que sigue la estructura de la calle, y que en su momento sufrió grietas que hicieron que se separaran los tres edificios.

A lo largo de su vida ha sufrido varias transformaciones a manos de sus diferentes dueños: la ocultación de varios de sus artesonados, la destrucción de las grandes salas centrales para construir un patio central o la modificación de su fachada al cerrar la logia de la planta superior, cegar ventanas y abrir otros vanos nuevos.
El deterioro de la Casa fue continuo, pero fueron los terremotos de 2011 los que afectaron gravemente su estructura. Como consecuencia, la fachada exterior y parte del patio interior tuvieron que ser totalmente apuntalados.

El estado del edificio era muy precario pero su valor como el edificio civil más antiguo de la ciudad de Lorca seguía siendo muy elevado. Pese al riesgo económico que suponía intentar recuperarlo, se realizó un proyecto de restauración y rehabilitación con técnicas tradicionales que finalmente le devolvió su esplendor.
El proyecto evolucionó a la vez que se fueron realizando descubrimientos arqueológicos. Los estudios estratigráficos de muros y suelo permitieron recuperar el aspecto originario de la fachada. Pudimos abrir de nuevo su ventana tallada y cerrar la puerta del almacén abierta posteriormente. Además, recuperamos el aspecto de la logia en la actual sala de exposiciones de la Fundación Lorquimur.

Durante su recuperación, se descubrieron en el interior artesonados y armaduras de gran calidad que fueron restauradas. También se cerró el falso patio central, que recuperó el imponente aspecto de estas grandes salas principales. Lo más impactante fue descubrir tesoros arqueológicos de gran interés: grafitis medievales en las paredes de la primera planta (damas, caballeros, cruces de Caravaca, barcos…), el antiguo aljibe y su pozo (que ha quedado abierto en el zaguán de entrada) y un fragmento de suelo original del siglo XVI (se puede ver junto al ascensor), entre otros.
Todo este proceso de cuidada restauración y recuperación se ha visto completado con la rehabilitación de este edificio patrimonial, de manera que sea accesible, práctico y adaptado a usos modernos para aportarle una nueva vida y asegurar su pervivencia en el futuro.
